Con motivo del Dia Mundial de la Prevención del Suicidio, fui invitada como Evangelizadora de Tiempo Completo a impartir una conferencia sobre este tema, desde la perspectiva religiosa, al personal del área administrativa y a un grupo de Médicos y enfermeras de la Clínica Hospital del ISSSTE de San Pedro, Coahuila, evento que fue organizado por la Oficina de Enseñanza y Epidemiología de dicha Clínica.
La prevención del suicidio se basa en buscar darle un sentido de plenitud a la vida, proporcionando orientación al dolor desde la fe católica, escuchando y acompañando a aquellas personas que lo requieran y transmitiéndoles además el amor de Dios.
El sacar a Dios de nuestras vidas, de nuestras familias, de nuestras escuelas y trabajos, pensando que todo lo podemos resolver con nuestras propias fuerzas, nos puede llevar a la frustración de ver a nuestros seres queridos, amigos, vecinos, derrumbarse en un caos, en donde se ve la pérdida del hombre, tanto en su esencia como en su dignidad de persona humana, sufriendo por esta situación, la pérdida del sentido y trascendencia de la propia vida y cayendo en una espiral de desesperación que puede llevar a algunos a “buscar la salida” a través del suicidio.
Seamos más empáticos y solidarios con el que sufre, sepamos tender una mano amiga a todo aquel que lo requiera y más si está en un estado de vulnerabilidad que le pueda llevar a tomar decisiones que afecten su propia vida y por ende la de los que lo rodean, pues cuando una persona se suicida, ese dolor y sufrimiento, va a acompañar a su familia y seres queridos por mucho tiempo.
Testimonios