Del Bautismo a la Unción de los Enfermos

Del bautismo a la unción de los enfermos.

Al ser operada del apéndice en el hospital, se enteraron los médicos que Alma Julieta Garay tenía cáncer en el hígado. Con 53 años de vida, su mayor anhelo era vivir en gracia. Su compañero de vida hasta hace unas semanas, Marco Alfredo Gaytán de 55 años, en repetidas ocasiones y de muchas maneras habían intentado hacerle ver la importancia de estar casado por la Iglesia pero él siempre había estado en desacuerdo.

Fue el Evangelizador de Tiempo Completo Víctor Hugo Guzmán de la parroquia San Lorenzo Mártir en el municipio de Guanagazapa, Escuintla, quien al enterarse de su situación, comenzó a acompañarlos y a explicarle a Marcos la importancia de recibir los sacramentos y cómo la gracia de estos les darían una mejor calidad de vida humana y espiritual a él y a Alma.

Marcos no había recibido el bautismo, Víctor Hugo le explicó que una forma de demostrar su amor a Alma era precisamente casándose por la Iglesia con ella.  Al comprender la importancia de la vida de gracia, accedió a recibir los sacramentos que no tenía. Alma sí estaba bautizada y confirmada pero no casada por la Iglesia, que era lo que más deseaba.

Se llegó el día y una vez que Marcos se decidió, el párroco procedió a administrarle los sacramentos de iniciación y a realizar el sacramento del matrimonio. También aprovechó para darle la Unción del los Enfermos a Alma. El Evangelizador Víctor Hugo y su esposa Ana, fueron los padrinos de bautizo y de matrimonio.

Es muy raro presenciar un caso como este, que gracias a nuestra Iglesia que es Madre, no quiere que ninguno de sus hijos se pierda. Dios se vale de cualquier resquicio del corazón, para hacer llegar su misericordia a aquellas personas que más lo necesitan.